domingo, 27 de octubre de 2013

Turno 24/7

Cuánto ha cambiado la cosa en estas últimas semanas. Increíble.

Para empezar, tengo trabajo. Ayer salí a hacer una modesta celebración aprovechando que tenía una amiga en casa que se va a quedar una temporada por la ciudad. 

Mi chrono diario me asusta a mí misma e incluso hay veces que me entra angustia pensando en si llegaré a tiempo al trabajo o antes de que cierren la guardería. 

El despertador suena a las 5am aunque suelo poner el primer pie en el suelo a las 5:30am. Necesito ese tiempo, lamentablemente no soy de ese tipo de personas a las que según les suena el despertador se levantan. Me ducho y si tengo suerte, los niños no se despiertan hasta las 6am y he tenido tiempo de preparar el desayuno mientras organizo mentalmente el día y las prioridades del momento. 

A las 6:30 tenemos que estar listos para salir de casa. Los niños han desayunado y los he vestido. Las mochilas y demás cosas están listas en la entrada desde la noche anterior. 

O bien en bici o en tranvía, ponemos rumbo a la guarde. 

A las 8am tengo que estar en el trabajo. Hasta ahora lo he conseguido. 

A las 4pm salgo del trabajo. Tengo que apresurarme, a las 5pm cierran la guarde y teniendo en cuenta la distancia no puedo tomarme ni un minuto. Esta semana pasada llegué un día a las 4:55pm y casi me da una crisis cardíaca. Ya me pasaron el aviso en la guarde, conociendo mis horarios, que los niños tienen que estar a las 5pm fuera! 

Cuando los recojo, después de la hora a la que me he levantado, de haber sudado corriendo de aquí para allá y de haber trabajado todo el día, estoy más para un té calentito sentada con una mantita en el sofá que para dedicarme en cuerpo y alma a mis cachorros, pero oye, quien más quien menos, está en las mismas y lo lleva con dignidad.

La fiesta no ha hecho más que empezar y las 3 horas que nos separan hasta meterlos en la cama y cruzar los dedos para que se duerman sin demasiadas historias, acaban conmigo del todo. La mayoría de días no ceno, o poco, guarradas o como frutos secos o chocolate. Esto tengo que cambiarlo. 

Una vez que los acuesto y duermen de forma efectiva, me pongo a recoger, preparar la ropa de los niños y la mía y dejarlo todo para no dar lugar a retrasos. 

Antes de esto, me he tumbado un poco en el sofá o he puesto música o he cogido una revista o mi deporte preferido, mirar trapitos por internet :)

Y cuando ya no tengo fuerzas me acuesto y a cruzar los dedos para que no se despierten durante la noche, que no tengan ganas de hacer pipí, de beber agua, leche o qué sé yo!

Me siento feliz, orgullosa de mí misma, no puedo con mi alma, tengo agujetas pero lo estoy consiguiendo. Poco a poco estoy yendo al camino de la autonomía en todos los sentidos, personal, económica... 

Ha sido duro, pero ahora sí, ahora ya veo la luz!

#Sobreviviré

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