viernes, 12 de julio de 2013

Historia de un idiota (otro)

Hace un par de meses estaba yo saltando de felicidad porque había conseguido meterme en mis vaqueros pre-embarazos y sentía que me iba a comer el mundo cuando de repente...


Tocan el timbre, era el transportista que había venido los tres últimos días a traer paquetes, principalmente para vecinos que no se encontraban en ese momento. Me parecía mono y poseída por esa sensación de comerme el mundo le dije que me iba a tener que compensar por estar haciendo parte de su trabajo, me dijo que qué quería a cambio y le dije que yo qué sabía, que al menos se le podía ocurrir a él, o algo por el estilo. Me dijo que le diese mi número de teléfono y pensaría algo. Así lo hice. 

Empezamos a hablar por WhatsApp y la cosa no empezó mal pero fue decayendo por momentos. Me dijo que a ver si quedábamos, hasta aquí bien y le dije que fuésemos a cenar algún día o a tomar algo y me pregunta si busco una relación seria, ¡Yo qué sé! le digo. ¿Es normal que después de pocas frases después de haber conocido a alguien, cuando ni si quiera sabes si vas a pasar a algo más que a tomar un café, te pregunten esto? Me responde que él sólo quiere sexo ¡Toma del frasco, carrasco! Pues es que el tema era obvio, pero el haberme pasado diez años fuera del mercado trae consigo la falta de práctica.

En fin, le digo que muy bien que yo no estaba buscando hombre casadero precisamente pero que si eso iba a pasar o no, ni lo sabía ni me lo quería plantear ahora mismo y que antes de pensar en nada más, si quería, nos tomábamos algo o no, y lo dejábamos estar porque no estábamos en la misma línea de acción.

Me dice que no, que no y que hablamos y lo que sea, que se siente muy atraído por mí y que quiere conocerme y que luego ya veremos y si no, amigos, me dice el muy sin vergüenza! ;)

La cuestión es que vuelve a la historia de que bueno que él quiere sexo y empieza a preguntar impertinencias y cosas íntimas. Pese a las ganas de relacionarme con alguien y tomarme una copa y reírme, llego a la conclusión de que no va a ser con éste y con buenas palabras le digo que Ciao bello!

Me dice que le disculpe y que le dé una oportunidad, a mí esto ya no me sonaba muy bien pero lo dicho, tenía ganas de no ser sólo madre a jornada completa, quería salir y tontear un poco con alguien. Le digo que venga, que vale, que quedemos pero que tenga claras mis aspiraciones y que paso de nada más que no sea charlar y pasar un buen rato. Esto no se debe tener que decir y si lo tienes que decir es porque es un idiota y no hay que prestarle más atención, pero de eso soy consciente ahora.

Quedamos y como era de esperar, lo único que le interesaba era tener sexo  y además, así en plan vamos ya a la cama. Yo alucino y pienso, más claro no le puedo haber hablado, qué coj... le pasa a este tío que no lo entiende. Y sin dejar que pase nada de nada, le digo que adiós y que ya hablaremos. 

Al rato me escribe y me dice que qué pasa ahora y le respondo NADA y le explico un poco el tema pero da igual porque no lo ha entendido y hace poco, estando ya en España, me escribió para decirme si cuando volviese íbamos a tener sexo (es que parece una broma) y le dije claramente que la regla de oro de la casa era no irse a la cama con idiotas. Tengo la sospecha, por sus mensajes posteriores, que a día de hoy sigue sin entenderlo pero una vez explicado el tema y bloqueado en Whatsapp, doy el tema por zanjado. 

Después de esta experiencia he sacado algo positivo y es que me he dado cuenta de que con el idiota de mi marido ya tengo suficiente y que por mínima que sea la posibilidad de que el tipo que tenga delante sea otro idiota, no merece la pena ni molestarse. Bastantes hombres habrá que aunque también acaben comportándose como unos idiotas, al menos al principio te seduzcan y merezca la pena que inviertas algo de tiempo y si no, me voy a tomar la copa sola, me voy al cine sola o me paseo sola, que mejor que yo, no me entiende nadie.

2 comentarios:

  1. Mejor sola que mal acompañada! Ay... mira que él te lo decía desde el principio...

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  2. Si maja, yo me pensé que todo el monte era orégano y mira. Ahora lo pienso y estuvo bien que me pasara esto porque me dio una visión real de la situación y me hizo eliminar toda idea romántica de la cabeza. Ahora ya no me presto, ya está superado, el que quiera, se lo tendrá que currar y mucho!

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