miércoles, 10 de julio de 2013

La vida vuelve a empezar

Cuando una ya creía que tenía su vida encaminada, cuando ya crees que tu futuro está más o menos escrito: has encontrado a tu príncipe azul, te has casado, estás creando tu familia, cuando has hablado  millones de veces del futuro próximo, del lejano, de envejecer juntos... Y lo que es peor, te lo has creído como una ingenua, comenzar de cero se vuelve más complicado.


Por lo pronto, cuando empieza a haber problemas y no entiendes que está pasando, sales a defenderte como puedes y a intentar hacer reaccionar a tu pareja con todas las armas que tienes a tu alcance. El problema en mi caso fue que mi príncipe azul ya había tomado una decisión. Entiendo que vivió en silencio, reprimido, la fase de duda y cuando tomó una decisión es cuando yo empecé a percibirlo y a intentar poner soluciones pero aunque yo no lo sabía, ya era tarde.



Cuando ves que nada de lo que puedas hacer va a surtir el efecto deseado, empiezas a aceptar que tu cuento de príncipes y princesas ya se ha terminado, que pasas al mercado de segunda mano y esto para mí fue especialmente duro. Vengo de una familia desestructurada que con los años ha tomado cierta estabilidad pero siempre pensé que costase lo que me costase yo elegiría al bueno, a uno que me respetase, me quisiese, que fuese un compañero, un apoyo y que sería la persona con la que construir mi proyecto definitivo. Pensar en ser una madre separada me aterraba, lo pensé fugazmente, no es que reflexionase mucho sobre ello pero cada vez que alguien me decía que se había separado se me ponía el vello de punta. Imagínate cuando te toca a ti.



Superas esta fase de soy un desecho social, porque entiendes la vida como fases lineales que se suceden las unas a las otras entrelazándose, y decides que pese a todo, que pese a ser una mujer separada eres una mujer y ya es hora de recuperarse a una misma. Empiezas la fase de recuperación, de intentar recuperar ese físico de antaño y a recuperar todas esas cosas que un día tuviste y fuiste apartando con el paso del tiempo. Esta fase te proporciona una falsa euforia, crees que ya está que tu camino hacia la recuperación ha llegado en tanto ya te estás centrando en ti pero luego empiezas a darte cuenta que este camino que estás siguiendo es como una montaña rusa.



Cuando te estás empezando a recuperar a ti misma y abres los ojos al exterior, te das cuenta de que hay un mar de posibilidades. Conocer gente, conocer a otras personas y de repente, se apodera de ti esa necesidad de estar con otros hombres. A mi me sucedió de una forma curiosa, me venía esa idea de tontear con otros hombres de una manera recurrente pero yo me pasé dos semanas sin prestarle atención y reprimiendo ese pensamiento. Después de unas semanas lo hablé con varias amigas, temía sus reacciones, tal vez temía que me juzgaran, que pensaran ¿Qué clase de persona que se acaba de separar involuntariamente está pensando tan precipitadamente en otros hombres?. Al contrario de todo esto y pese a la sorpresa, mis amigas me animaron a vivir, a entender mis necesidades en ese momento y bueno, a ser prudente también con todo este maremágnum de sensaciones.



Reconozco que me sentí liberada.



No pasaron muchos días hasta que conocí a un idiota que me devolvió a la senda. No pasó absolutamente nada relevante pero ya os contaré, yo me he reído mucho con esta historia.



Vuelta a la senda empiezas a pensar que el mundo está lleno de personas, de todo tipo, y piensas ¿Si he estado diez años casada con un idiota y no me he dado cuenta, cuántos idiotas más podré encontrarme?. Forma parte del proceso. Llegada a esta conclusión y superada esta primera fase de euforia creo que ahora me siento más tranquila, instalando mis prioridades de nuevo, queriéndome a mi y a mis hijos por encima de todo, disfrutando de todo lo bueno que me ha dado la vida, que es mucho y muy bonito y relegando a la nada esas cosas feas que aunque también forman parte de la vida, cuesta aceptar.



Y en este momento es cuando mi percepción lineal se va a la porra y después de todo lo vivido, sientes que la vida vuelve a empezar.


1 comentario:

  1. No sabes como te entiendo,en mi casa paso algo muy parecido,lo unico que quien lo hizo fue la madre y no el padre,cosa aun menos entendible,por lo menos para mi.Te leo y se me vienen a la cabeza muchas historias desagradables,por lo menos tus nenes son pequeños y no se dan tanta cuenta.Un beso y suerte.

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