jueves, 15 de agosto de 2013

Día 2

Hoy ha ido todo más relajado, pese a un par de indicaciones como que no le dé fastfood a los niños que no están acostumbrados y el pequeño tuvo diarrea por la noche (¡y sin pañal!) o que por favor no les deje dormir tanto porque era casi media noche cuando se dormían, por lo demás todo bien.

Mi día ha sido algo mejor, no puedo evitar la sensación de vacío cuando se marchan o cerrar la puerta de casa y notar que se han llevado un trocito de mí pero como me dice siempre una buena amiga, no hay mal que cien años dure. Me acostumbraré.

Me he relajado, he aprovechado para tumbarme en el sofá, tomarme una cervecita tranquila (no recordaba que era eso). También he aprovechado para depilarme y cuatro cosas de esas que dejas para cuando los niños se han dormido pero que después cuando se han dormido de lo que menos tienes ganas es de hacerlas. Por último también he dedicado parte del tiempo al dolce piacere di non far niente.

Los niños volvieron muy contentos, habían ido aquí y allí y me contaban detalles pletóricos y contentos. Esto marcha, he pensado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario