domingo, 18 de agosto de 2013

Día 5

Después de lo de ayer, estoy preparada para (casi) todo. 

Pensé que llegaría una hora más tarde pero sorprendentemente no lo ha hecho, a la hora de acompañar a los niños con su padre le he puesto mi mejor sonrisa, sobre todo por mis hijos y le he confirmado la hora de entrega. Todo correcto.

Para no perder la fea costumbre, me ha increpado al cabo de un rato con un mensaje reclamándome que por favor no olvide darle a los niños con agua, crema solar y no sé qué más. Digo que no sé qué más porque tras leerlo e indignarme tenía a un amigo alado que me dijo, ignórale, estás sola en un lugar maravilloso, relájate. Tanto lo hice que tuve que correr para estar en casa para cuando los niños volviesen. 

Los ha traído y todo ha ido bien, ni un triste comentario sobre su mensaje, -las reclamaciones mejor si son por lo bajini, a través de mensaje, que ahí sí que me sale hacerme el valiente-. 

Esta noche los niños estaban más tranquilos y después del baño, la cena, ver un rato las peripecias de Bob Esponja y compañía, nos hemos ido a dormir sin demasiada dificultad. 

Ignorarle me esta resultando gratificante ¡Ups! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario